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Eric Romer y la Nouvelle Vague


Cuando hacia el final de los años 50 del siglo pasado la « Nouvelle Vague » irrumpió en los cines franceses y de la Europa Occidental, Eric Rohmer (1920-2010) seudónimo de Jean Marie Maurice Schérer, era el redactor jefe de “Cahiers de Cinéma”, fundada por André Bazin en 1951, donde muchos de los realizadores nuevos como Truffaut, Godard, Rivette, Chabrol y Resnais se habían forjado como críticos de cine y donde exponían y discutían sus ideas acerca de un cine de autor que reflejaba la realidad y resultaba verosímil en la presentación de las vicisitudes de sus personajes. Estaban bajo la influencia del Neorrealismo italiano y admiraban la obra de los directores americanos John Ford, Howard Hawks, Alfred Hitchcock y, ante todo, Orson Welles.


Filmografía de Eric Rohmer

Rohmer llegó relativamente tarde a dirigir su primer largometraje (1959 El Signo del Leon) . Había estudiado literatura clásica y teología, empezando su vida laboral como profesor de literatura en provincia para trasladarse a
3finales de la década de los 1940 a Paris donde empezó a trabajar como periodista y crítico de cine. Fue entonces cuando adoptó el nombre de Eric Rohmer – Eric por el actor y director austriaco Erich von Strohheim y Rohmer por Sax Rohmer, autor de las novelas de Fu Manchu – para evitar a su familia muy conservadora el bochorno de tener a un miembro involucrado en el mundo poco serio del cine.
Durante los años 60 Rohmer rueda las películas pertenecientes al ciclo de los Cuentos Morales que le traen un primer reconocimiento, nominaciones y premios en festivales de cine internacionales. Es en 1966 que se une a su equipo Nestor Almendros como director de fotografía. Entre ambos se establece una fructífera colaboración, incluyendo “,,
En 1972, ya habiendo concluido las seis películas de Los Cuentos Morales, presenta en la Sorbonne su tesis doctoral sobre “L ́organization de l ́espace dans le Faust de Murnau”, una cuestión a la que el daba máxima importancia en toda su obra.


En la misma década Eric Rohmer cambia el enfoque de su filmografía dejando de lado los temas del acontecer contemporáneo anclados en la ·Nouvelle Vague rodando, con fidelidad y respeto a la obra original, tres películas basadas en obras literarias de siglos pasados.

La coleccionista, Mi noche con Maud, La rodilla de Clara”, las películas historicistas de los años setenta “La Marquesa de O” y “ Perceval le Gallois”,
hasta  “Paulina en la playa”de 1983.

En 1972, ya habiendo concluido las seis películas de Los Cuentos Morales, presenta en la Sorbonne su tesis doctoral sobre “L ́organization de l ́espace dans le Faust de Murnau”, una cuestión a la que el daba máxima importancia en toda su obra.
En la misma década Eric Rohmer cambia el enfoque de su filmografía dejando de lado los temas del acontecer contemporáneo anclados en la ·Nouvelle Vague rodando, con fidelidad y respeto a la obra original, tres películas basadas en obras literarias de siglos pasados.

En 1976 presenta la más conocida de ellas, ganadora del Gran Premio Especial del Jurado del Festival de Cannes y del Nacional Board of Review Award por la mejor película en lengua extranjera, Die Marquise von O” , basada en la novela corta del mismo título de Heinrich von Kleist publicada por primera vez en marzo de 1808 en la revista “Phöbus” de Berlin.
En 1978 rueda, enteramente en el estudio, la película “Perceval le Gallois” según la obra del siglo XII de Chretien de Troyes “Perceval ou le Conte du Graal”, con un coro a modo de teatro clásico, con telones de paisaje pintados y los escenarios como el castillo, el campo de lucha, el bosque más pequeños que los personajes, en colores brillantes imitando las ilustraciones de los libros miniados.

Perceval le Gallois-Rohmer
Y en 1980 pone en escena en Nanterre otra obra de Kleist “Catherine de Heilbronn”, traducida por él mismo y posteriormente producida para la
televisión francesa.

En los 80 vuelve a la temática contemporánea creando los ciclos de Comedias y Proverbios y de Cuentos de las Cuatro Estaciones Una de las películas más conocidas de esta época es “Pauline a la plage”, la última colaboración entre Rohmer y Nestor


Catherine y Kunigunde
Almendrocon la que ganó el Oso de Plata por la mejor dirección en el Festival de Cine de Berlin en 1983.

En 2000, Rohmer vuelve a los temas históricos-literarios en su película “L ́Anglaise et le Duc” , situada en los tiempos de terror de la revolución francesa y basada en las memorias de la escocesa Grace Dalrymple Elliot “Journal of my Life during the French Revolution. Rohmer pone a los actores contra fondos pintados en perspectiva de Paris y de paisaje, creando la unidad mediante la técnica del blue screen o croma.

Su última obra (de 2007), “Les amours d ́ Astrée et de Céladon”, según la novela pastoril del siglo XVII de Honoré d ́Urfé, gira alrededor de la combinación de lo intelectual y lo sensual entre jóvenes. Crea una Galia ficticia del siglo V con pastores, pastoras, druidas y ninfas y logra hacerlo entendible para la audiencia moderna.

El estilo específico de Eric Rohmer

Si sus películas contemporáneas evocaban novelas y teatro del siglo XVIII, sus obras historicistas dejaban entrever el entramado de las relaciones sexuales de la actualidad. Sus personajes se definen en gran medida por sus relaciones con el sexo opuesto que se muestran y desarrollan en escenarios suntuosamente hedonistas.

No obstante, las películas literarias e históricas no deben separarse de sus creaciones de temática contemporánea. Tal como dijo Rohmer al periódico Libération en 2003, cuando apareció su película de espionaje “Triple Agent”: “Yo no quiero hacer películas separadas entre si, sino una obra encadenada. Enfocadas por separado, mis películas son más fácilmente criticables – digamos menos coherentes – que vistas como conjunto. Se apoyan mutuamente y ganan al aproximarlas entre ellas”.

Como Rohmer ya dijo en 1948 en uno de sus ensayos para Les Temps modernes·: “El arte del director no consiste en hacernos olvidar lo que dicen las personajes, sino al contrario, en hacer inolvidables sus frases”. Y esto lo cumplió en toda su obra, tanto en los Cuentos Morales, Las cuatro Estaciones, Los Proverbios y las películas históricas. Siempre dando máxima importancia a la palabra, a las luchas dialécticas entre sus personajes que generalmente giran alrededor de las equivocaciones, problemas, malentendidos y despistes del amor.
Rohmer no hace películas de acción, ni siquiera en una cinta sobre espionaje (Triple Agent); su acción está en la palabra, en los diálogos que llevan a sus personajes hacia el desenlace buscado por el director-autor.

M.Paul

Sigue en: Eric Rohmer II.La marquesa Von O

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